Publicado: 06.11.2024
Hoy hemos jugado nuevamente en nuestro campo habitual, el Golf d‘Aro en Mas Nou.
El pronóstico del tiempo no prometía nada bueno, se anunciaban lluvias y tormentas, lo que nos preocupaba un poco por adelantado. Hampi incluso quería alquilar un buggy, pero yo impuse mi opinión y decidimos caminar.
Cuando hicimos el primer tee, no había nubes de lluvia a la vista. Con una optimista precaución golpeamos nuestras primeras bolas.
La naturaleza a lo largo del campo de golf sigue siendo maravillosa y digna de admirar. El campo de golf todavía muestra su mejor cara. Aún florecen algunas flores en colores brillantes, que le dan al campo una atmósfera viva, casi como si quisieran regalarnos un último espectáculo de colores.
Las flores son como pequeñas manchas de color entre el verde intenso y las rocas que bordean el campo, dándole un carácter único.
Las formaciones rocosas que surgen en muchos lugares del suelo parecen ser los silenciosos guardianes del campo. Le dan a los hoyos un impresionante telón de fondo.
Golpe tras golpe, el aire estaba húmedo y la tormenta anunciada no apareció. En su lugar, la ronda se desarrolló a un ritmo agradable, como si el tiempo nos hubiera perdonado en el último momento. Las nubes pasaron a una distancia segura de nosotros y permaneció seco hasta el último hoyo.
Al final, casi nos sorprendió cuán benevolente fue el destino. La ronda de golf, que comenzamos con un ligero temor, terminó relajada y sin una sola gota de lluvia. Por suerte, decidimos caminar. A veces, parece que el dios del tiempo también es un golfista.
Después de la ronda, comimos tapas nuevamente en el Forat 19 y disfrutamos de un delicioso Cava.
Hoy fue nuestra última ronda en el Golf d’Aro, y también nuestra despedida del golf en España, al menos por ahora. El Golf d’Aro nos ha brindado muchas horas maravillosas: las espectaculares vistas al Mediterráneo, los desafiantes greens y la atmósfera especial que solo este campo puede ofrecer. Con cada hoyo sentimos que un capítulo llega a su fin, pero al mismo tiempo nos alegramos por lo que está por venir.
En cuatro días partiremos hacia el Algarve. Sabemos que allí nos esperan nuevas aventuras y hermosas rondas de golf, y como tantas veces en el golf, son los próximos tiros los que cuentan, y estamos emocionados por eso.
Lo que haremos en los próximos días aún no lo sabemos. Volveremos a informar.