Publicado: 15.04.2018
Hoy hemos dormido un poco más y luego fuimos cómodamente a la playa. Con las altas temperaturas, solo se puede estar al sol unos minutos. Por eso, nos acomodamos en dos tumbonas a la sombra. Nuestro hotel tiene su propia playa, con todo lo que uno podría desear. Varias barras y restaurantes acogedores con comida y cócteles deliciosos. Hoy pudimos probar por primera vez una leche de coco fresca.
Como los domingos hay un mercado de fin de semana en la ciudad de Phuket, tomamos el autobús lanzadera hacia la ciudad. El aroma de la comida deliciosa flotaba en el aire, la música y los coloridos puestos eran admirables. Más tarde, regresamos al hotel en taxi.