joerg
Bin gespannt wie es mit Claude weitergeht 😂Publicado: 11.09.2018
Después de una noche calurosa en Valenca 😜, yo tuve una noche más inquieta y Monika una menos inquieta. También queríamos iniciar un poco más temprano que de costumbre hoy, porque al cruzar el puente internacional de Valenca hacia TUI, también hay que adelantar el reloj. Para un peregrino eso significa llegar más tarde o salir más temprano. Optamos por lo último. Después de un desayuno bastante insípido en un comedor aún más insípido y una vista triste de un patio vacío, no fue difícil emprender el camino... sobre el puente y ¡bam!... ya son las 9:00.😰. El camino de hoy nos lo facilitó mucho en los primeros dos tercios. El paisaje era precioso. A través de bosques, pasando junto a arroyos, sobre viejas y pequeñas puentes. Simplemente encantador. A izquierda y derecha del camino nos reabastecimos con deliciosos higos y uvas. Hicimos una pausa en un hermoso jardín privado que la familia había transformado con mucho cariño en un café. Aquí también encontramos a muchos grupos de peregrinos que ya conocíamos: seis chicas que vienen inconfundiblemente de Berlín, y que cada vez lamentamos por sus pesadas mochilas. Dos jóvenes parejas y una trinidad de Francia: un hombre mayor y dos mujeres mayores. Se llama Claude. El pobre Claude siempre es buscado y llamado. Probablemente se esconde a propósito en el camino, porque ya no puede soportar a las dos mujeres que –en nuestra opinión– son bastante agotadoras y le hablan a todos en francés, sin darse cuenta de que nadie les entiende. No importa. Simplemente siguen preguntando por el camino, cuántos kilómetros falta para llegar a algún lugar y, en medio, vuelven a buscar a Claude... por supuesto, otra vez en francés. Todavía no hemos averiguado cómo están conectados los tres. No queremos preguntarles... de lo contrario, se engancharán a nosotros... 😫. Pero siempre nos causa muchas risas cuando encontramos a Claude sentado solo en algún lugar y disfrutando de su paz. El último tercio de nuestro camino fue, lamentablemente, bastante desilusionante: 6 kilómetros de carretera polvorienta sin sombra. Nuestra Karin del navegador también estaba muy desorientada y nos llevó en primer lugar en la dirección completamente equivocada a través de una zona muy dudosa en la periferia de Oporrino. De alguna manera, Karin no encontró la dirección que le dimos para nuestro apartamento alquilado de esa noche. Los últimos 350 m que no logramos recorrer de pronto se convirtieron en 750. 😫. Al final fueron 1,3 km. Aburrido. Frustrante justo antes de llegar al destino. Luego entramos en el primer supermercado y nos lanzamos sobre el agua, ya que también se había agotado, al igual que nuestras baterías. Y así, finalmente encontramos nuestro destino. No está tan mal que de mis estudios de español todavía quedara algo. Nuestro apartamento está en medio del casco antiguo. Recientemente restaurado, muy bonito y decorado con una cama cómoda para los 22 km que caminamos hoy a 32 grados. ¡Estamos felices!