Publicado: 30.10.2018
El domingo por la mañana continuamos hacia la isla do Mel. Estuvimos relativamente mucho tiempo en el autobús y en un pequeño barco durante una estancia de tres horas en la isla, pero el mar, las olas y la vista tras una pequeña caminata hacia el faro valieron la pena el viaje. Por la tarde regresamos a la fresca Curitiba. Allí había bastante actividad en las calles, se acababa de decidir la elección presidencial y muchos coches pasaban tocando la bocina por las calles, como en Alemania durante un Mundial de Fútbol.