Publicado: 12.08.2020
Gente, ¡les digo, qué día! De la alegría máxima a la tristeza profunda en cuestión de horas. Pero empecemos desde el principio:
La noche de ayer fue bastante relajada, la lluvia se detuvo en algún momento y nos dormimos alrededor de la medianoche. Esta mañana tuvimos la ventaja de que, después del desayuno, no tuvimos que mover los muebles de exterior, así que pudimos salir hacia nuestro próximo destino con bastante facilidad. Primero vaciamos el cassette del inodoro, llenamos agua y vaciamos las aguas grises – ¡vamos!
Viajamos sin problemas hacia Étretat (donde se alza un enorme arco de roca en el mar, promete fotos excelentes y quizás Drohni tenga su primer uso). Pero primero, las cosas no siempre salen como uno espera...
El lugar Étretat es un pequeño pueblo con un centro turístico, totalmente abarrotado, y ya en la entrada del pueblo los coches estacionaban de manera descontrolada a la izquierda y derecha. En la salida del pueblo encontré un aparcamiento SOLO para autocaravanas, ¡pero cuando llegamos estaba todo lleno! Frente a eso, había un aparcamiento solo para coches particulares, que también estaba a rebosar, así que los coches particulares aparcaban en