Publicado: 02.05.2019
Por la mañana ha dejado de llover. Todavía hay una espesa neblina sobre el paisaje, que poco a poco va tomando contornos. Un arcoíris anuncia: será un hermoso día. La carretera de vuelta al Lago Llanquihue es parcialmente de un solo sentido. En grandes camiones se transporta una gran cantidad de tierra y restos de plantas. La continuación del viaje a través de un istmo con ferry está intransitable debido a daños en los puentes. A cambio, tenemos una vista del volcán Osorno en toda su amplitud y belleza.
La travesía en ferry hacia la isla Chiloé es sin problemas. La primera parada es en Ancud. La ciudad no nos convence mucho. El museo sobre las construcciones de iglesias es interesante principalmente para arquitectos y carpinteros, pero también muestra el esfuerzo que se ha hecho para la conservación y restauración de las 16 casas de Dios construidas por los jesuitas y posteriormente tomadas por los franciscanos.
Nuestro alojamiento tiene una hermosa vista de la costa del Pacífico y de las -obviamente nuevamente cubiertas de nubes y lluvia- cordilleras de los Andes.
Hoy no ha llovido. Mañana se nos promete nuevamente lluvia a partir del mediodía.