Publicado: 08.05.2019
Decidimos quedarnos dos noches más en San Martín, pero no en la cabaña que habíamos alquilado, sino en un hotel cerca de la ciudad.
En la lavandería dejo nuestra ropa. Inmediatamente me ofrecen un Yerba Maté y comienza una larga conversación. También paciencia infinita en la oficina de turismo. Estamos cubiertos de ofertas para caminatas y excursiones autogestionadas. Las tiendas son tentadoras, el chocolate es un "imprescindible". El lugar está impecablemente limpio y bastante ordenado. No hay letreros de "se vende" (eso nos era muy familiar en Bolivia y Chile).
Almuerzo incluyendo cola por 5,00 euros por persona. Argentina está experimentando nuevamente una recesión económica.
Por la tarde finalmente una extensa caminata hacia la Laguna Rosales sobre tierra volcánica. Nobles caballos pastan en el paisaje abierto junto al lago virgen.