Publicado: 22.12.2023
Sigo mi camino desde Wanaka. El clima es bonito, el sol brilla y hace calor. Paso por las montañas y los cañones. Veo aguas maravillosamente azules y también una cascada. No estoy seguro de si ya lo he escrito, pero lo he pensado muchas veces: conducir es tanto una maldición como una bendición. Si no condujera, estaría tomando fotos todo el tiempo - la naturaleza aquí es simplemente tan hermosa y este maravilloso azul de los ríos y lagos, no me puedo cansar de verlo.
Tan pronto como cruzo el paso, el clima cambia rápidamente. Se acumulan nubes y se vuelven cada vez más densas. Ya no veo montañas. Tenía la intención de ir al glaciar hoy, al menos hacer una pequeña caminata en esa dirección. Cuando estoy cerca del glaciar, la visibilidad es tan mala que no tiene sentido caminar hacia el glaciar. Porque incluso con la caminata, el glaciar aún está muy lejos. 🤷♀️ ¡Mañana vendrá otro glaciar!
Al llegar al campamento, comienza a llover de verdad... El campamento ofrece por la noche una breve caminata para ver luciérnagas. No importa si está lloviendo, me animo a salir, este día aún necesita algo bonito, después de que ya no pude ver ningún glaciar.
Las luciérnagas están en una selva, muy cerca del campamento. La joven que dirige el tour nos muestra todos los lugares de las luciérnagas, que están por todas partes, especialmente en arbustos densos. ¡Tantas! Y cuanto más tiempo miro, más puedo ver. Genial. ¡Así que la excursión valió la pena! En la foto se ve similar a mis intentos de fotografiar el cielo estrellado aquí 😂.
Al día siguiente continúa el viaje. Pero sigue lloviendo y la visibilidad es aún peor. La aplicación de senderismo incluso emite una advertencia meteorológica por fuertes lluvias y recomienda no hacer senderismo. Genial. Y una vez más me pierdo el glaciar. No puedo esperar a días más bonitos ni volver. Ya he perdido demasiado tiempo al principio del viaje esperando la furgoneta. Así que paso también por este glaciar sin haberlo visto.
Al llegar a Hokitika, realmente no puedo soportar estar en mi camper más. ¡Necesito salir, necesito caminar! Así que me pongo la chaqueta de lluvia, los pantalones de lluvia y las botas de senderismo y me pongo en marcha. Hago un recorrido por el pueblo y de paso compro algo. Dos horas más tarde, me pongo creativo e intento secar mi ropa en el camper. Los pantalones de lluvia van sobre el volante, la chaqueta de lluvia sobre el asiento del pasajero y el ventilador de calefacción puede entrar al camper y calentar aquí un poco...