Publicado: 31.01.2018
Al llegar a León, primero buscamos un alojamiento y luego exploramos un poco la ciudad. León es, junto a Granada, probablemente la ciudad más hermosa de Nicaragua. En León hay un bonito parque justo al lado de la gran catedral. Aquí se pueden ver bajo el sol tanto a locales como a muchos turistas. Hay bebidas, helados y snacks para comprar por todas partes. En general, las calles alrededor de la catedral estaban bastante concurridas y animadas.
Al día siguiente, llegó el momento del Vulcano Boarding. Lo reservamos con un operador relativamente nuevo que nos recomendaron otros viajeros.
Nos recogieron a las 8 de la mañana y primero fuimos a la oficina del operador, donde se reunieron todos los que habían reservado el Vulcano Boarding ese día. Allí, lo primero que hicimos fue elegir nuestra camiseta gratis, para que todos tuviéramos un atuendo más o menos uniforme. Tras algunas instrucciones de nuestro guía Matt, regresamos a los camiones y nos dirigimos al Cerro Negro. El trayecto duró aproximadamente 50 minutos. En el centro de visitantes del volcán, primero tuvimos que registrarnos en una lista y luego pudimos ver brevemente las iguanas que se están repoblando allí. Dado que las iguanas parecen ser una especialidad para algunas personas, aquí se está llevando a cabo un poco de conservación de especies.
Después, por fin llegó el momento de subir al volcán. Al pie del volcán, primero nos dieron una mochila en la que pudimos guardar todo lo necesario, y donde también estaba nuestro traje para más tarde. Además, necesitábamos guantes, unas gafas de protección y, por supuesto, nuestras tablas. Las tablas tuvimos que llevarlas todo el camino hacia arriba. Parte del trayecto era por terreno volcánico algo inestable, alcanzando una altitud de aproximadamente 700 metros. La subida fue en realidad bastante manejable. Hicimos algunas pausas en el camino para tomar fotos de los impresionantes alrededores. Alrededor del Cerro Negro hay otros volcanes desde los que se tiene una vista espectacular.
Al llegar arriba, dejamos nuestras tablas a un lado para echar un rápido vistazo al cráter. Lo interesante fue que la tierra en el cráter estaba bastante caliente y en muchos lugares salía vapor de la tierra. El Cerro Negro sigue siendo uno de los volcanes más activos del mundo.
Después, sí llegó el momento del Vulcano Boarding. Después de ponernos nuestros trajes y de esconder nuestras mochilas debajo, estábamos listos para comenzar. La instrucción de nuestro guía fue: “Es mejor empezar rápido; frenar se puede hacer más tarde.” Dicho y hecho. Desgraciadamente, llevé esto un poco al extremo, lo que hizo que frenar eventualmente ya no fuera posible. Así fue como no conseguí llegar abajo sin algún rasguño 😉. A Kathrin le fue un poco mejor. Sin embargo, fue realmente divertido y definitivamente valió la pena haber hecho una parada en León.
Después del viaje de regreso, todos recibieron una cerveza gratis y se brindó nuevamente por el gran excursionismo. Sin duda, recomendamos la agencia Volcano Day. La excursión estaba realmente muy bien organizada. La próxima parada es Little Corn Island en el Caribe.