Publicado: 07.08.2018
Sí, la universidad... Las primeras semanas se sintieron muy como vacaciones y excursiones, pero poco a poco uno se da cuenta de que también se trata de algo más. Estoy inscrito aquí en cuatro módulos universitarios regulares, así como en un módulo que se llama Aprendizaje y Servicio Comunitario. Más sobre eso más tarde. Ya en Mainz nos aconsejaron no inscribirnos en más de cuatro cursos, porque durante el semestre se exige bastante. Casi semanalmente hay pequeñas pruebas intermedias o entregas además de la fase de exámenes, que será en noviembre.
Las primeras dos semanas pudimos probar todos los cursos que nos interesaban y luego volver a darlos de baja. Ahora me quedo con 'Literatura de África' y 'Romanticismo', los cuales puedo convalidar por dos de mis seminarios de literatura en Alemania, 'Afrikaans para principiantes' e 'Introducción a los Estudios de Comunicación'. También eché un vistazo a 'Escritura Creativa para Drama, Radio y Televisión', porque tenía la esperanza de que el curso tuviera una dirección periodística. Sin embargo, resulta que en realidad solo se escriben obras de teatro. Tengo los lunes y viernes libres, lo cual es un lujo, especialmente si uno quiere viajar durante un fin de semana largo. En general, uno también está poco en la universidad si solo tiene cuatro cursos, pero como dije, hay muchas cosas que hacer por otro lado.
Pasando el rato con Madiba
El Aprendizaje y Servicio Comunitario es un módulo mediante el cual vamos una vez a la semana durante dos horas a un proyecto social y allí colaboramos. Por supuesto, hay muchos proyectos con niños, pero también hay uno con adultos con discapacidades y otro con pingüinos. He decidido participar en el SOS Children's Village en Port Elizabeth. Allí pasaré cada miércoles por la tarde en la misma casa. En una casa hay ocho niños con una madre de casa, que pasa las 24 horas del día con los niños. La primera hora hago tarea con los niños, aunque solo dos niñas asisten a una escuela regular. Los otros niños están un poco retrasados en su desarrollo debido a abusos y por eso no tienen tareas reales. Después del tiempo de estudio, podemos jugar afuera con los niños. Es impresionante ver qué rápido los niños generan confianza. Nuestro trabajo voluntario se acompaña de talleres y pequeñas auto-reflexiones, que se supone que nos ayudarán a ser más conscientes de todo.
En general, se nos aconsejó nunca salir solos - eso también se aplica para el camino a la universidad. Se camina aproximadamente media hora, los que tuvieron suerte se pudieron alquilar una bicicleta en la residencia. Lamentablemente, ahora ya no quedan. Con mal tiempo, a veces tomamos un Uber, una especie de taxi privado que se puede solicitar mediante una aplicación, lo que aquí también es muy asequible y seguro.
El campus está situado en medio de una reserva natural, por lo que hay algunos senderos alrededor, donde con un poco de suerte se pueden ver cebras y antílopes. En el campus también te encuentras con monos, de los cuales debes tener un poco de cuidado.