Publicado: 27.12.2016
¡El mar, ay!
No estamos muy contentos con la elección del lugar (quizás estamos demasiado acostumbrados;). Al llegar a Amed (después de 3 horas y media por 47 km), que se presenta como un romántico pueblo de pescadores, lo primero que vemos es basura. No hay que olvidar que Indonesia y, por ende, Bali, en muchos aspectos sigue siendo un país en desarrollo/pobre.
Pero el paisaje es increíble, estamos en la selva (vea la vista desde nuestro homestay).
Hoy queremos alquilar otra vez un scooter y explorar la zona, ¿quizás solo hemos aterrizado en el extremo equivocado de la bahía?
Anoche probamos por primera vez el alcohol local, llamado Arak... ¡Brrrrr! Es un licor, Iris dice que es parecido al Grappa, Tine encuentra que huele más a combustible.
La playa es oscura y pedregosa, ya que estamos en el lado opuesto del volcán Agung y la playa está formada por lava solidificada (pero seguramente eso fue hace millones de años).
¡Vamos a rodar, más tarde más, antes de ir a las islas postales!