Después de haber descartado el plan de hacer Workaway, ya que la mayoría de los voluntarios buscan un compromiso de al menos 1 mes, descubrimos por casualidad un anuncio en un café en Antigua de una escuela en San Andrés Itzapa, a 13 km de Antigua. La iniciativa
Nuevo Amanacer suena interesante, contacto a Vicky, 2 horas más tarde nos encontramos con ella en el café y ¡por la noche ya estamos con su familia!
El padre de Vicky fundó la iniciativa hace años y estableció una escuela en su propia casa para apoyar a niños de familias desfavorecidas y prepararlos para un futuro autodeterminado. Vicky y su hermana enseñan hoy a aproximadamente 30 niños de diferentes grupos de edad todas las tardes de 14:00 a 16:30.
Los 5 días fueron una experiencia única y muy intensa que no quisiera perderme, aunque en ocasiones fue muy agotadora. Por un lado, tuvimos la oportunidad de contribuir con nuestro trabajo. Por otro lado, pudimos experimentar de cerca la vida de los indígenas.
Sobre todo, en estos días también logré mejorar enormemente mi español. No solo en las conversaciones con Vicky y su familia, sino sobre todo al enseñar y jugar con los niños. Enseñar inglés con el español como lengua base, por cierto, es un verdadero desafío. Para aprender algunas palabras en la lengua maya
Kaqchikel, que se habla en Itzapa, lamentablemente mi cabeza no tenía más recursos en el corto tiempo :D