Publicado: 18.09.2018
Nos despedimos de Airlie Beach, desde donde muchos jóvenes mochileros continúan su viaje en el Greyhound (que aquí es rojo). Nuestro siguiente destino es Townsville, a 241 km por la A1 en dirección norte. La ferry nos lleva a Magnetic Island, una isla de 50,000 ha adyacente a la ciudad. Aquí se reúnen turistas de día, conductores de todoterreno y hippies, fiesteros. Podemos caminar por la isla, recorrer anchas playas o hacer fiesta. Hoy, primero caminamos a lo largo de la playa y encontramos, en lugar de conchas, corales muertos. Al final de la playa, ya escuchamos la fiesta de lejos. Personas con sombreros o pelucas celebran evidentemente en el bar de manera festiva como el Capitán Jack Sparrow.
Regresamos y disfrutamos de la noche en nuestro balcón con salchichas a la parrilla (de Grillmeister Holger) y papas quemadas (de Alexandra 😤). Las olas susurran. La noche no es menos tranquila que la fiesta, ya que algunas aves en el jardín hacen un alboroto toda la noche. Antes de ir a dormir, inspeccionamos el apartamento de vacaciones. Oh no: un gecón se deleita con una colonia de hormigas rojas en el dormitorio. ¡Estamos en una isla tropical! Afortunadamente, tenemos una segunda habitación. Llevamos las maletas a la otra habitación y todo se cierra firmemente. Comida al refrigerador, incluso el café soluble. Verificamos nuestros zapatos - sin residentes - e introducimos todo en la maleta.
La mañana siguiente, a las 6:30 am suena el despertador, porque los koalas se ven ya sea muy temprano por la mañana o al anochecer. Nos dijeron que en el bosque de eucaliptos podemos encontrarlos, pero las posibilidades son muy bajas. Nuestra caminata nos llevó a 'The Forts', una antigua estación de observación de la Segunda Guerra Mundial en la cima más alta con vistas a toda la isla y las bahías. Caminamos mirando a las copas de los árboles para descubrir koalas o al suelo, debido a las serpientes, y sudamos por la subida y el calor tropical. Nos deleitamos con los árboles en flor y la amplia vista sobre el mar que brilla plateado, acompañada del graznido prosaico de las cacatúas blancas.