Publicado: 14.11.2019
Después de que dos de nuestros compañeros de viaje recibieran el diagnóstico de dengue el día anterior, también desperté con sus síntomas. El termómetro marcaba 37,6°C, lo que para mí no era motivo suficiente para ir al hospital. Así que fui con Basti a un mirador de Medellín. El camino nos llevó en metro, tranvía y finalmente un teleférico hasta el destino. Lamentablemente, el clima no acompañó y llegamos bajo la lluvia, lo que no nos mantuvo mucho tiempo en el mirador. Regresamos al albergue donde volví a medir mi temperatura corporal. La pantalla marcaba 39,1°C. Por lo tanto, decidí ir al hospital. Allí me tomaron muestras de sangre y me administraron una infusión por goteo. Ahora solo había que esperar. Después de un total de 8 horas en el hospital, recibí el diagnóstico de que no se trataba de una enfermedad tropical, sino simplemente de una infección normal. Una sensación de alivio se apoderó de mí. Ahora solo quedaba pagar y luego regresé al albergue.