Publicado: 18.01.2017
El tercer día de nuestro viaje comenzó frío y somnoliento. Pero después de una fría ducha al aire libre con un bidón de agua en la playa, un desayuno sustancioso y un par de cálidos rayos de sol, estábamos todos recargados y listos para continuar el viaje. Con el coche recorriendo la costa a través de Lagos, Figueira y algunos pueblitos soñolientos, llegamos al punto más al sur de Portugal en Sagres. Allí, un poco más al oeste, encontramos la paradisíaca playa y spot de surf Praia do Beliche, donde nos tomamos el tiempo necesario para montar nuestras tiendas, cocinar algo y observar cómo el sol se hundía lentamente en el mar frente a nuestra fogata.