Publicado: 06.10.2016
Érase una vez que dos caminantes se aventuraron lejos para conseguir trabajo.
Con su intrépida líder Kellie, realizaron el viaje de 45 minutos hacia la lejana Tauranga y allí realmente lograron una ocupación para el final de la semana siguiente.
Sin embargo, el afán de exploración de los jóvenes no se había apaciguado, por lo que se dirigieron al Maunganui (montaña) y lo rodearon, inhalando profundamente la belleza que los rodeaba. Llenos de entusiasmo, cruzaron rocas y árboles y se dirigieron a las más hermosas playas.
Después de un hermoso día, los caminantes regresaron agotados a su hogar.
Ya el día anterior habían conquistado un nuevo territorio, los Redwoods.
Después de todas sus aventuras diarias, los caminantes disfrutan sentándose juntos por la noche alrededor del fuego, calentándose y recordando las experiencias del día.
Y si no han muerto, aún caminan hoy...