Publicado: 28.03.2019
La Nochevieja. Antes de entrar en un nuevo y emocionante año, aún hay varias visitas en Singapur. En el Flower Dome descubrimos todo tipo de hermosas flores, árboles verdes, plantas exóticas y curiosos animales de todo el mundo. Justo en el edificio de al lado se encuentra el Cloud Forest. También aquí nos esperaba una flora especial, pero cultivada en altura. Y además, adornado por una cascada. Con solo 18 grados, es un asunto bastante fresco.
Después fue momento de almorzar. Mejor bajo techo, pues llovía a cántaros. En uno de los muchos Hawker Centers de la ciudad, nos dimos un capricho con diversas delicias asiáticas. Luego un trago típico – Singapore Sling. Y mejor en su lugar de origen. Así que nos dirigimos a la Long Bar del Raffles Hotel. Disfrutamos de un muy buen, pero probablemente el cóctel más caro de nuestras vidas, junto a cacahuetes. Por cierto, en este bar se arrojan las cáscaras de cacahuate al suelo. Bastante loco, si tenemos en cuenta que Singapur es la ciudad más limpia del mundo. Finalmente, dejó de llover. Durante un paseo por Chinatown encontramos algunas cosas útiles. Poco a poco, se hizo de noche afuera. Perfecto para un paseo por el parque Gardens by the Bay, para admirar el espectáculo de luces de los Supertrees.
Casi las 00:00. Con nuestro barco tuvimos probablemente la mejor vista de los fuegos artificiales de Nochevieja de Singapur. Lo disfrutamos con una copa de champán. Feliz año nuevo.