Publicado: 10.03.2023
Hoy hicimos una larga y desafiante ruta en bicicleta hacia Estella-Lizarra. El camino de regreso fue magnífico, ya que en su mayoría era cuesta abajo, muy pintoresco y, en un acantilado, extremadamente impresionante, porque muchos grandes pájaros rapaces estaban volando sobre nosotros. Nuestra primera suposición de que eran águilas fue corregida por Joseba, nuestro nuevo guía local: ¡eran buitres!
La ciudad de Estella-Lizarra no nos impresionó realmente, aunque Komoot describe la ruta circular de manera muy halagadora, pero al menos nos llevamos algunas buenas impresiones. Por ejemplo, el museo del vino en las afueras de la ciudad, que ofrece a cada peregrino una copa de vino. Desafortunadamente, hoy en día solo quedan cuatro gotas, porque los predecesores aparentemente ya han llenado botellas enteras. 😠
El camino de regreso a nuestro campamento fue bastante agotador, porque incluso en las pendientes descendentes, con un viento en contra realmente desagradable, tuve que pedalear con fuerza, mientras mi compañero de bicicleta usaba una e-Bike.
A cambio, la agradable noche en el bar del campamento, con mucho vino tinto y buenas conversaciones, fue gratificante. 😊