Publicado: 22.10.2016
Bueno, hoy fue el día. Siempre llega un momento en el que uno quiere irse a casa. ¡Hemos visto tanto! En realidad, queríamos visitar el Castillo de Windsor hoy, pero anoche nos dimos cuenta de que ya estaríamos en Dover por la tarde, así que ¿por qué esperar hasta la mañana siguiente para tomar el ferry?
Y esta mañana solo queríamos volver a casa. También decidimos omitir el Castillo de Windsor, ya hemos visto tantos castillos que uno más no importaba y simplemente queríamos volver a casa.
Así que decidimos, de manera improvisada, ir directamente al ferry y por supuesto, pudimos cambiar nuestra reserva. A la 1:45 p.m., hora inglesa, zarpamos de Dover. Los blancos acantilados de Dover nos sonrieron amigablemente una vez más bajo el sol.
¡Qué gran viaje! Necesito ver Escocia de nuevo. Con un poco más de tiempo, para poder caminar y también para tener un poco más de tiempo en Edimburgo. Glasgow la hemos dejado de lado y también tengo que ir a las Hébridas Exteriores.
El clima fue tan favorable para nosotros, los colores, el paisaje, la gente amable. Los tres lo hicimos muy bien y a pesar de un extenso programa de visitas y de unos 3000 kilómetros recorridos, ¡no fue estresante en absoluto!
¡Adiós Escocia/Inglaterra. Seguramente no para siempre!