Publicado: 12.07.2024
Domingo, 31 de octubre de 2021 – Día 7
En la previa, ya habíamos visto la información en Internet y en todas las estaciones de metro que cada domingo hasta las 12:00 la línea completa 4 está fuera de servicio. Así que comenzamos nuestro viaje de regreso en nuestro día de salida, domingo, con la línea 12, que sale justo a la vuelta. En Concorde cambiamos a la línea 1 hasta Châtelet Les Halles, donde tomamos el tren RER B hacia el aeropuerto.
Pero cuando el tren no gira hacia CDG, sino que sigue recto, me empiezo a poner nervioso: ¿hemos subido al tren equivocado? No, RER B es el correcto. ¿Deberíamos pedir un taxi al final y luego correr hacia CDG?
Entonces vemos un cartel informativo en el tren: todo el tramo hacia el aeropuerto CDG está fuera de servicio este fin de semana. Bueno, al menos hemos hecho todo lo posible, pero ¡seguro que llegaremos tarde! No, no otra vez reprogramar, como aquella vez en Londres cuando llegamos tarde.
Por suerte, hay un autobús lanzadera de la estación al aeropuerto y sale inmediatamente como si fuera la bomba. Uf, hemos tenido suerte.
Pero cuando la cosa empieza a ir mal, va mal. El autobús solo va hasta un extremo del aeropuerto, a la terminal que sea, y nuestra terminal de salida es la Terminal 2B – en el otro extremo del aeropuerto que no es tan pequeño. Y entonces pasa otra cosa: el asa de mi trolley está atorado y no se puede extender, así que no puedo arrastrar la maleta, excepto en una posición torcida y encorvada que me hace querer rendirme. Así que tengo que llevar la maleta, ¡bingo! Y a paso rápido, ¡vamos! Porque el vuelo sale a las 10:00.
Logramos llegar a tiempo para el embarque, pero no preguntes cuánto sudé. Solo en el avión mi pulso y temperatura se estabilizaron a un nivel tolerable.
El vuelo CDG-VIE transcurre sin problemas y con Tim regresamos a casa con nuestros seres queridos.
Fin de la trilogía de vuelos urbanos.