Publicado: 30.03.2018
Desde el momento en que nos dirigimos a la pequeña isla de Koh Lipe en una lancha rápida, siento que se me calienta el corazón. Me 'enamoro' de inmediato de esta isla de solo 2.5 km de ancho y 2 km de largo en el Mar de Andamán. Mis expectativas sobre Koh Lipe son grandes - ¡las historias de amigos son tan increíbles! - y desde el principio estoy simplemente encantado con Koh Lipe.
Sin embargo, la alegría se ve desafortunadamente muy empañada - aunque por suerte solo brevemente - después de nuestra llegada, cuando el estricto italiano 'pronto' nos informa al hacer el check-in en el alojamiento 'Family Song' que los niños menores de 4 años no están permitidos en la cabaña de playa que hemos alquilado, llamada bungalow familiar (política del hotel). Y no son deseados en absoluto. Y que no podemos quedarnos allí. Me quedo atónito, ya que no puedo entender cómo se puede llamar 'Family Song Resort' si los niños pequeños y los bebés no son tolerados.
Tenemos un verdadero problema, ya que la isla está bastante reservada en Booking.com, nuestro presupuesto no es 'ilimitado' y además necesitamos un alojamiento con cuatro camas. Ya cuando reservamos esta cabaña no estábamos encantados con Family Song, pero no había alternativas serias a este bungalow familiar sin aire acondicionado.
Después de muchas idas y venidas con el italiano más grosero que he encontrado, nos permiten quedarnos una noche y él se reserva el derecho de echarnos si nuestros hijos se vuelven minimamente molestos y/o ruidosos. Nos queda claro que no queremos quedarnos allí y esperamos no recibir la tarjeta roja del anfitrión esa misma noche. Dejamos el equipaje allí y exploramos la isla, siempre en busca de un nuevo lugar para alojarnos. En Sunrise Beach encontramos por la noche una cabaña ubicada justo en la playa, con encanto, aire acondicionado, desayuno y a un precio razonable. A la mañana siguiente nos mudamos y los tailandeses nos reciben calurosamente. Nuestro pequeño Le es inmediatamente adorado, es tan bienvenido y el personal lo 'secuestra' de inmediato. Primero tenemos que hacerles entender que no pueden darle nada de comer. Ya tenían galletas en leche preparadas para él, aunque él no puede tolerar ni la leche ni el trigo.
Pasamos un total de cuatro días en Koh Lipe y exploramos la isla. Disfrutamos de deliciosa comida, nos relajamos en la hamaca con la playa frente a la puerta. También jugamos mucho al Skipbo (Ma está prácticamente obsesionada) y al Kniffel. Disfrutamos de hermosas puestas de sol y también intentamos el Stand Up Paddling durante dos días. Ma y Fa están locos por ello y nos divertimos mucho allí afuera. Y yo también he encontrado mucha alegría en el paddle. El tiempo pasa volando y una vez más nos toca empacar y seguir adelante. Hacia la próxima isla en ferry. Adiós Tailandia. Malasia, allá vamos.