Publicado: 21.03.2018
8 de marzo: 'Pero aquí hay una tierra antigua' es la primera impresión que nuestro hijo de cuatro años, Ma, tiene de Hongkong. Entramos en un terreno nuevo. Estamos en un taxi y él observa todo con curiosidad en el camino al hotel. En ese momento, pasamos por una zona algo deteriorada que no parece realmente acogedora. Edificios en ruinas, mucha suciedad y basura, caos en las calles. Mi esposo también nota que todo se ve un poco 'gris' y hoy también está 'brumoso'. Él lo llama el gris 'comunista'. Con mis raíces polacas, yo hablaría del encanto del bloque del Este.
Después del vuelo de 11 horas desde Nueva Zelanda a Hongkong, consideramos tomar un taxi directamente desde el aeropuerto al hotel. Pero no hemos contado con Ma, que prefiere y desea ir en tren (Airport Express). Cede a su deseo y primero tomamos un taxi en la ciudad. A los niños también les gusta viajar en taxi: con tanto equipaje y un gran cochecito, estamos cinco en el asiento trasero, el bebé Le en el MaxiCosi, nosotros los adultos a los lados con Ma y Fa en el regazo. Todo muy al estilo asiático. Quiero mencionar que tenemos dos elevadores de asiento para Ma y Le, pero en este caso no se han utilizado. No hay suficientes cinturones de seguridad, pero solo nosotros, los alemanes, nos damos cuenta de esto aquí.
Al llegar al hotel, nos quedamos asombrados con lo que hemos reservado en términos de alojamiento. Sin saberlo, nos hemos alojado en el sexto edificio más alto de Hongkong, que alberga el Hotel Nina. Nuestra habitación está en el piso 76 y la vista es grandiosa. Para llegar tan alto, es necesario cambiar de ascensor. Ma no puede tener suficiente de los barcos de carga que se ven entrando al puerto para cargar y descargar. Yo tampoco puedo dejar de admirar esta vista. De los muchos rascacielos, en los que viven miles de personas. En un espacio muy reducido.
La habitación del hotel está muy limpia y así nuestro bebé Le finalmente puede disfrutar y gatear salvajemente por todas partes. Desde hace unos días, está realmente móvil y quiere 'salir' y descubrir todo. En brazos se le ha vuelto muy aburrido. En realidad, es un poco inconveniente que estemos viajando por Asia en el último tercio de nuestro recorrido, donde la higiene y la limpieza son toda una cuestión. Pero primero exploraremos Hongkong, 'la tierra antigua'.