Publicado: 03.05.2017
El domingo partimos una última vez en dirección a Escandinavia, una última vez hacia Noruega, mi “patria elegida” en las últimas semanas, por decirlo de alguna manera. Cada vez más horas de sol y temperaturas más cálidas en el camino hacia Bergen nos dejaron entrever el verano que se acerca. Con más días soleados, también aumenta la motivación para emprender nuevos caminos. En menos de una semana ya estaremos en el Mar Báltico y pasaremos por destinos como Visby o Estocolmo. Ya estamos bastante emocionados por esto y actualmente estamos en las últimas etapas de la preparación de esta ruta. Pero aun así, disfrutamos una última vez de los lugares ya “bien conocidos” de este viaje.. Los últimos días han estado llenos de diferentes tareas y momentos maravillosos, poco sueño y mucha diversión. He dejado atrás las veladas en el Crew Bar con la despedida de mi primer compañero del equipo, así como de mi compañera de cuarto y el conocer a nuevos compañeros. Uno tiene que acostumbrarse a esto, porque justo cuando uno se ha adaptado y empieza a aprender a apreciar a las personas, ya se han ido. Sin embargo, quedan hermosos recuerdos, experiencias divertidas y momentos vividos juntos, y estas experiencias son lo que hace que la vida aquí a bordo sea única, algo que no conocía en este grado. A menudo uno está rodeado de gente, pero aun así se da cuenta de lo rápido que uno puede estar nuevamente solo y de lo mejor que es confiar en uno mismo para tener una constante en todo esto. Todos mis actuales compañeros de Scout me dejarán hasta mediados de junio y a partir de entonces seré la “más vieja” del equipo y entrenaré a los nuevos compañeros. Seguro será un tiempo emocionante, pero al final, aquí crezco a diario con mis tareas y aprendo. Eso sigue siendo divertido. Al final de este viaje, habré estado 8 semanas a bordo, ¡así que ya habré completado aproximadamente un tercio de mi tiempo aquí! Es una locura lo rápido que pasa el tiempo.
Los últimos días me ofrecieron nuevamente momentos invaluables.. Vivimos Bergen dos veces seguidas con un sol radiante desde la cima de las montañas Fløyen (320 m) y Ulriken (643 m), atravesamos el Canal de Kiel por la tarde y disfruté de la vista con un compañero en la proa del barco, y también exploramos Copenhague a pie durante el tiempo libre, comimos el primer helado danés espolvoreado con cacao y admiramos la ciudad desde un mirador en una torre. Por la noche experimentamos fiestas divertidas en la cubierta de la piscina, ayudamos en el bar a servir cócteles a los huéspedes o bailamos hasta tarde en la noche al ritmo de música Schlager. Muchos momentos que aquí rara vez se pueden procesar, ya que a diario sucede tanto. En general, creo que todo se debe acumular primero y luego evaluarse posteriormente. De cualquier manera, hasta ahora he podido recolectar muchas buenas impresiones, me siento bien en mi trabajo y simplemente disfruto de mi libertad aquí!
La vida en la AIDAcara sigue siendo emocionante. La próxima semana haré mis primeras presentaciones sobre los puertos de Estocolmo y Riga que he elaborado. Hasta ahora, las exposiciones han ido mejor de lo que esperaba. ¡Eso me da ánimo!
¡Ahoi y hasta pronto! Estoy pensando en ustedes :)