Publicado: 21.02.2022
La tormenta Antonia nos ha llevado a Berlín. En calles casi desiertas, llegamos a Berlín en un abrir y cerrar de ojos. El aeropuerto, más conocido por su mala fama que por su renombre, se presenta de manera imponente, pero en realidad no parece estar completamente diseñado en todos los aspectos.
En el CheckIn, por ejemplo, estaba muy apretado y se sentía más como en un aeropuerto provincial. Pero no importa, tenemos nuestros boletos, estamos actualmente en el embarque y en menos de una hora nos dirigiremos a Ámsterdam. Allí será emocionante, ya que el clima no está del todo de nuestro lado. Mantendremos el optimismo.