Publicado: 18.08.2017
Otra pequeña parada en el centro comercial de Huldingen. La cocina luxemburguesa nos ha dificultado encontrar algo típico del país para comer. ¡Adiós Luxemburgo! Ahora cruzamos la frontera. El amable conductor de autobús nos ha llevado sin ningún costo a través de la frontera. Es una locura lo amables y serviciales que han sido las personas en nuestro viaje hasta ahora.
Veamos si esta vez encontramos la frontera.