Publicado: 27.07.2017
Viajamos por una hermosa ruta a través de las 'montañas', pasando por sitios de excavación y olivos.
Un coche se detiene, la gente pregunta interesados qué estamos haciendo, nos da agua fría y toma una foto como recuerdo.
A 25 km de Alexandropoulis (ese era nuestro destino del día) pasamos por una playa.
Al final hay una caravana solitaria frente a la cual 2 hombres asan una cabra en un espetón (lo conocemos del cochinillo).
Gritan '¿Cerveza turísticas?' y de repente estamos sentados en la mesa con Mimi y Kostas, y estamos invitados a cenar.
Cada vez llega más gente, la cerveza y el vino casero fluyen a raudales...
Más tarde, para refrescarnos, se corta una sandía y se come en el mar.
El refrigerador está lleno de cerveza y no puede evitarse que alguno se embriague de verdad.
Lo alarmante es que ¡todos todavía conducen!
¡Incluso aquel que antes se cayó de la silla borracho—con su esposa y sus 2 hijos!!!
Más tarde, Larissa (que está sobria) nos lleva a una fiesta del pueblo donde nos invitan a Souvlaki y cerveza.
Otro 'habitante', Christos, 80 años, pescador, nos invita a acampar en su terreno
Miércoles 26.7.
Christos dice que se alegraría si nos quedamos un día más.
Bettina y Georg, 2 alemanes que también conocimos el día anterior, ya lo conocen de vacaciones anteriores y están invitados a cenar con nosotros.
Antes, Patrick y yo salimos a lanzar redes
:)