Foilsithe: 12.08.2018
Pasamos el primer día en Kaštela sin hacer nada, y dimos un pequeño paseo al pueblo vecino de Kaštel Gomilica, donde se puede visitar un bien conservado castillo del siglo XVI en una roca que sobresale. Este castillo estaba anteriormente conectado al continente por un puente levadizo de madera, y ofrecía protección a las monjas benedictinas y a los habitantes del lugar de los ataques de los turcos. Más tarde, el puente de madera fue reemplazado por un puente de piedra.
Kaštel Gomilica y Kaštel Kambelovac ofrecen un encantador conjunto de viejas casas de piedra, callejones estrechos, muelles y lugares para nadar.
En las plazas de los pueblos hay la típica imagen mediterránea de grupos de hombres que conversan sentados en bancos, jóvenes y niños jugando a la pelota, ropa tendida para secar sobre cuerdas atravesadas en la calle, y scooters que circulan rápidamente por las estrechas calles. En un pequeño supermercado en el puerto pesquero se puede comprar todo lo necesario para el día a día, y justo al lado se encuentra la tienda de vinos de la región. Los pescadores venden su captura directamente desde el barco, el resto se transporta en un camión refrigerado.
Por la tarde, nos atrevimos a quitarnos la ropa y meternos por primera vez en el agua, incluso la más pequeña pudo chapotear un poco.
Así, con estas impresiones, el día llegó a su fin de manera tranquila.