Foilsithe: 20.05.2023
Cusco es un gran destino de nuestro viaje y finalmente estamos aquí. La capital de los incas se encuentra en medio de los Andes a 3,500 m y era entonces el corazón del antiguo imperio inca. Al igual que Roma, Cusco está llena de historia y se pueden encontrar restos en todas partes. Conocidos por su magnífica arquitectura, los incas desarrollaron un estilo especial que no solo es bello, sino que ha perdurado hasta hoy. Casi todos los edificios del casco antiguo están construidos sobre las viejas murallas incas. Estas murallas fueron construidas con piedras de diferentes tamaños sin mortero, que fueron pulidas y apiladas con una precisión asombrosa. Ni siquiera un trozo de papel cabe entre las piedras. Gracias a esta única técnica de construcción, resisten incluso los numerosos terremotos.
Cusco es una maravillosa ciudad que ofrece todo lo que el corazón desea. Además de su historia muy interesante, hay mucha cultura para disfrutar. Visitamos el Museo Maximo Laura, donde se puede admirar un arte notable. Gigantescas imágenes tejidas con colorida lana de alpaca que representan muchos mitos de la región.
Las compras, por supuesto, no se quedan atrás. En cada callecita se pueden encontrar pequeñas tiendas que ofrecen productos de la región. Si uno lo desea, puede vestirse de pies a cabeza con lana de alpaca. Las alpacas viven altas en los Andes, son parientes de las llamas y son conocidas por su lana especialmente suave y cálida. Después de mucho husmear, encontramos los suéteres perfectos para nosotros.
En las sinuosas calles del casco antiguo o del adyacente barrio de San Blas (donde estaba nuestro alojamiento) también se esconden innumerables agradables cafés y restaurantes. Los cafés podían competir fácilmente con los de Viena, lo cual fue una sorpresa especial para nosotros. Por la tarde, un delicioso café acompañado de un rico pastel, ¿qué podría ser mejor? Dado que Sudamérica hasta ahora no había sido realmente un hito culinario, Cusco también nos sorprendió aquí, pues había muchos restaurantes que ofrecen una cocina internacional saludable. Sin embargo, también un plato regional muy interesante. Como delicadeza especial se considera aquí el cuy (conejillo de indias), que por supuesto tuvimos que probar.
Como se puede ver, nos gusta mucho aquí. Realmente se puede olvidar el tiempo paseando por las pintorescas calles y disfrutando de la oferta culinaria. También tuvimos mucha suerte con el clima, que se mostró mayormente soleado, perfecto para explorar la ciudad.