Foilsithe: 08.05.2018
[de Franzi] Una última vez desayunamos en Koh Phangan con vistas al mar y realizamos el check-out. Poco después llegó una camioneta. En el camino al puerto de Thong Sala, paramos en algunos hoteles y recogimos a otros viajeros. Al llegar al puerto, hubo que esperar de nuevo.
En un gran aparcamiento justo al lado del puerto, observamos algo extremadamente extraño para nosotros: los lugareños animaban a ciertos pájaros enjaulados. Los pájaros estaban colgados en jaulas en dos filas. Los lugareños estaban organizados en dos equipos frente a las jaulas y animaban a los animales. El árbitro detuvo el tiempo y sonó su silbato para marcar el inicio y el final. Al final del tiempo, siempre se alegraba un equipo, pero no nos quedó del todo claro por qué estaban felices. Fue una especie de espectáculo entretenido que hizo que nuestra espera en el puerto fuese más amena.
Cuando finalmente se anunció nuestro destino, subimos al ferry. Algunos pasajeros bajaron, pero también muchos subieron nuevamente. Durante el trayecto, el ferry hizo una parada en Koh Samui para dejar y recoger pasajeros. El viaje en ferry fue muy tranquilo y, después de casi 4 horas, pusimos nuevamente los pies en tierra firme. Dependiendo del destino, nos dividimos en autobuses y viajamos otras 3 horas en bus hasta la estación de tren en Surat Thani, donde tuvimos que esperar nuevamente 3 horas hasta que llegara nuestro tren. Así que nos sentamos en un pequeño café justo al lado de la estación, tomamos una bebida y algo de comer, y continuamos viendo nuestra serie.
Ya habíamos mirado antes cómo llegar mejor a nuestro hotel y comenzamos a buscar el Skytrain, que no encontramos. Tuvimos que darnos cuenta de que no había Skytrain aquí, sino solo el metro subterráneo - probablemente consultamos mal algo o lo leímos incorrectamente. Con el metro subterráneo viajamos 3 estaciones y luego tomamos el Skytrain, con el que viajamos 2 estaciones más. Hambrientos, nos dirigimos hacia el hotel. En el camino, hicimos una pequeña pausa en un café para comer algo (150 Baht por persona = 3,95€). Al mismo tiempo aprovechamos la oportunidad y el Wi-Fi gratuito para hacer el check-in de nuestro vuelo de regreso a Frankfurt. Fortalecidos, nos dirigimos a los últimos 15 minutos caminando hacia el hotel. Doblamos en la calle y por todas partes se ofrecían ropa, casi como en un mercado. Algo abrumados por ello, seguimos avanzando, pero la entrada del hotel no era fácil de encontrar. Se encontraba entre todos los puestos y había que bajar unas escaleras. Luego había que tomar un ascensor hasta el sexto piso, donde se encontraba la recepción.
Pero de eso hablaremos en el próximo blog.
Hasta entonces,
Franzi y Jonas
P.D. Lo siento, por la demora en la publicación de este blog (y también del próximo), de alguna manera ambos hemos estado muy ocupados.