Foilsithe: 19.01.2017
Esta mañana, después de haber dormido casi 12 horas, miré por la ventana y el dios del clima compensó el mal tiempo en Putre. Un brillante día soleado con vista al lago. Después de un abundante desayuno con pan negro y tarta de manzana casera, el plan era rodear el Lago Llanquihue (el segundo lago más grande de Chile) (aproximadamente 160 km, así que alrededor del tamaño del Lago de Constanza).
No tuve oportunidad de llevar a cabo este proyecto, tan grandiosas eran las impresiones y lo que había para ver… Simplemente no había tiempo suficiente.
Al conducir en el sentido de las agujas del reloj alrededor del lago, la primera parada fue en una playa solitaria, donde realmente no había nadie. Unos metros más adelante había una mayor afluencia de turistas. Ya quería pasar de largo, pero gracias a Dios no lo hice y fui a ver los „Saltos de Petrohue“… Un espectáculo natural grandioso de „cascadas“, a pesar de la multitud que estaba allí.
Si no se sabía exactamente que el tesoro en el lago de plata fue filmado en Europa, este podría haber sido el lugar de rodaje. Realmente grandioso, las imágenes solo pueden dar una parte de la impresión. Además de las cascadas, había algunos senderos solitarios por donde caminé un poco, para mantenerme en movimiento…
En mi siguiente intento de rodear el lago, llegué a Petrohue, muy cerca del „Lago todos dos Santos“, el siguiente lago que fascina. Y luego, cuando realmente piensas que has visto todo y te das la vuelta… te deja boquiabierto, porque ahí está la montaña que atrae todo y a todos.
El volcán Osomo, con 2.660 m no es especialmente alto, pero es exactamente lo que uno imagina de un volcán. Un cono con cúpula de nieve, el término „Fujijama chileno“ lo describe a la perfección. No puedes apartar la vista, especialmente porque es visible desde todas partes en un día claro…
Pero se puede mejorar la vista aún más, subiendo al volcán hasta 1.300 m en vehículo y luego otros 300 metros de altura a pie. Una vista maravillosa tanto del Osomo en sí como del valle abajo. La subida definitivamente valió la pena.
Las imágenes solo capturan parcialmente las impresiones… También el café con leche y la empanada al pie del volcán… una locura.