Foilsithe: 09.10.2017
Lunes, 9:15 a.m. El sol brilla a través de la ventana de nuestro apartamento en un edificio antiguo. Sentado con un cigarrillo, miro hacia la frenética intersección y pienso en la semana pasada. Hace cinco días que estamos en Nueva York, o mejor dicho, en el barrio de Williamsburg. Aquí convergen distintos mundos. Cuando caminas hacia el metro, a la izquierda pasa un hombre musculoso en un traje de látex negro y tacones altos, y a la derecha un judío ortodoxo pálido con sombrero, barba completa y gruesos rizos en la mejilla, entonces sabes que estás en Williamsburg. Desde aquí hemos comenzado nuestras excursiones culturales y culinarias. Además de las visitas obligatorias a muchos impresionantes lugares de interés, hemos intentado sumergirnos en la ciudad y dejarnos sonreír por las muchas caras coloridas de Nueva York. Y no nos hemos decepcionado. Por ejemplo, cuando encontramos a un grupo de personas desnudas interpretando 'Hamlet' durante un paseo de dos horas por Central Park. O en este glamuroso bar de gin detrás de la puerta secreta de una pequeña panadería, donde pudimos disfrutar de una espectáculo de burlesque durante el brunch de domingo con luz tenue. Pero la ciudad no solo ofrece cosas raras. Disfrutamos de cada día, comimos bien y dimos muchos hermosos paseos. Tuvimos una divertida noche en un espectáculo de comedia de stand-up en un bar de Williamsburg, pasamos una tarde relajante en el mercado de comida a la orilla del agua, paseamos por el hermoso mercado de pulgas debajo del puente de Brooklyn y caminamos por la 'High Line', una antigua vía de carga transformada y sembrada de plantas sobre las calles de Manhattan. Siempre presente: deliciosa comida. La ciudad más poblada y quizás la más vibrante de los Estados Unidos al principio parecía intimidante y abrumadora. Pero nos abrimos a ella, nos dejamos guiar y logramos dominarla.
Sabrina me llama la atención sobre la hora y se pone su mochila. La mía todavía está en el marco de la puerta. Apago el cigarrillo, me pongo los zapatos y mi mochila, y salimos del apartamento. Nuestro vuelo a Las Vegas sale a las 5:30 p.m.