Publicat: 08.02.2019
Nuestro siguiente destino fue el Parque Nacional Egmont. Así que nos metimos en el coche y tomamos el Forgotten-World-Highway hacia el oeste. Un viaje muy especial. Pasamos por paisajes idílicos llenos de ovejas y vacas, y por selvas salvajes. La 'carretera' estaba llena de muchas curvas, caminos de grava, puentes de un solo carril y pasos a nivel. Vacas que estaban en las curvas, ovejas en medio de la carretera y pájaros que evidentemente ni siquiera pensaban en moverse al acercarse un coche. El punto culminante de la ruta - el túnel Muki - con aproximadamente 3 metros de alto, dos metros y medio de ancho, camino de grava y sin iluminación - más bien un agujero hobbit. Pasamos la noche en una reserva de protección de aves, donde durante una caminata nocturna por un bosque completamente oscuro (el brazo de Basti fue víctima de las uñas nerviosas de Pauline) vimos luciérnagas y ¡de hecho un kiwi pateando entre la maleza! * emocionadísimomandandoenredondocool* Al día siguiente exploramos el parque nacional con las cataratas Dawson y Wilkies Pool, aunque el Mt. Egmont (Taranaki) se ocultaba tras una densa capa de nubes. Al día siguiente, el impresionante volcán (incluso ya un doble de película del Fuji) apareció durante una caminata alrededor del lago Mangamahoe.