Publicat: 14.09.2017
Después de nuestra breve visita a Pécs, tomamos el tren de nuevo hacia el norte. Una vez más llegamos a la estación de Budapest-Keleti, donde tuvimos algo de tiempo para ocuparnos y de inmediato compartimos nuestro desayuno con ratones.
Nuestro objetivo era llegar a Cracovia en los próximos días. Para no pasar un día completo en el tren y no omitir toda Eslovaquia en nuestro viaje, decidimos hacer una corta parada en Nitra. Con sus 7700 habitantes, es la sexta ciudad más grande de Eslovaquia, así que había una que otra atracción turística.
Después de un total de siete horas de viaje, llegamos a Nitra y caminamos durante treinta minutos hasta nuestro alojamiento 'Nitra Glycerin', esta vez un albergue. Después del check-in, caminamos hacia el centro, donde visitamos atracciones como el castillo de Nitra, el teatro y la agradable zona peatonal. Seguimos el consejo de nuestro anfitrión y disfrutamos de la cocina eslovaca. El plato mixto de Minis incluía desafortunadamente hígado, lo cual había pasado por alto en el menú anteriormente. Así que dejó todo el hígado de la porción ya de por sí enorme, lo que le molestó mucho.
Después de recuperarnos, ya comenzaba a oscurecer y un viento constante se levantó. Rápidamente conseguimos algunas postales, las escribimos con mensajes y encontramos una oficina de correos donde compramos los sellos necesarios. Ya algo cansados de tanto viaje en tren y paseo, pedimos un taxi de regreso al albergue y, como es tradición, nos preparamos para el siguiente día de viaje.