Publicat: 06.10.2018
Hoy teníamos un objetivo muy claro en mente: ¡relajarnos!
Oceanside tiene una playa hermosa que no queríamos perdernos.
Después de haber dormido bien y de desayunar con abundancia, empacamos nuestras cosas de playa.
A solo 10 minutos en auto del hotel, allí estaba: extensa, arenosa y libre de algas.
¿Sin tumbonas y sin sombrillas? ¡Da igual! Toalla en el suelo y al mar. Las olas nos sorprendieron con temperaturas más frías de lo esperado. Durante una eternidad sentimos que podíamos caminar en el agua hasta las rodillas hacia el océano. Pero las olas también empezaron a crecer.
Como rompeolas, por supuesto nos plantamos valientes frente a ellas. Hasta que vino una ola más grande de lo esperado. Como en el ciclo de centrifugado de la lavadora, fuimos arrastrados de nuevo hacia la playa.
Más tarde, justo frente a nosotros, comenzó el US Open de surf adaptativo. En buen español: para personas con discapacidad física. Así que los observamos surfear las olas mientras nos tostábamos al sol.
Cuando comenzó a soplar un poco de viento, caminamos hacia el muelle y cenamos delicioso en un diner mientras contemplábamos la puesta de sol.