Publicat: 04.11.2021
Una última noche en Nafplio, antes de que a la mañana siguiente ya estuviéramos empacando nuestras maletas y dirigiéndonos a la siguiente etapa de nuestras vacaciones para explorar el siguiente dedo del Peloponeso.
Hoy hemos pasado relativamente mucho tiempo en el coche, ya que tuvimos que recorrer algunos kilómetros. Después de unas 2 horas de un viaje en coche, a veces bastante monótono en paisajes, alcanzamos nuestro destino intermedio: Esparta.
De lo que una vez fue un poderoso reino, hoy solo quedan algunos restos. Sin embargo, al mirar hacia las montañas, se tiene la idea de lo imponente que debe haber sido la ciudad hace más de 2000 años: la Esparta moderna no se le puede comparar en absoluto.
Después, nos gustó mucho más el paisaje. Era más interesante, aunque áspero y árido.
En Gythio, luego dimos un paseo por el puerto y en el pueblo vecino, al menos ya metimos los pies en el mar.
Al final de la tarde, llegamos a nuestra base en Areopolis para los próximos días.