Publicat: 07.07.2020
6.7.2020
Podemos dormir hasta tarde, pero por alguna razón todos estamos despiertos a las 7 de la mañana.
Fuera, los pájaros cantan, el sol se alterna con las nubes y de vez en cuando sopla un viento fuerte.
Después del desayuno, disfrutamos de nuestro 'día de relajación forzada en cuarentena' en el amplio jardín, en las tumbonas al sol.
Nuestro hijo está especialmente emocionado cuando Marion deja a 4 de los 5 perros de la casa a 'jugar' en el jardín. ¡Ahora sí que hay diversión!
El pequeño Lumpi corretea por el jardín con los dos Border Collies, Jill y Meg, mientras la perra Labrador, Candy, se echa de manera ostentosa frente a nosotros en el suelo, para que la acariciemos.
Perfecto, los niños están entretenidos y disfrutan de la manada de perros.
Around noon, we realize that we still haven't received the test results.
Hmm… We still have a few hours. No stress...
Pasamos la tarde leyendo y planificando las vacaciones para las próximas 3 semanas, jugando al frisbee en el jardín y visitando a los animales de vez en cuando.
El momento culminante para nuestra hija es cepillar y acariciar a los caballos por la tarde.
Ambos caballos y el burro Linda son cepillados a fondo y se agradecen con un buen revolcón en el mayor montón de polvo. Jajaja.
Incluso por la tarde, todavía no hay noticias sobre el resultado del test de Covid. Poco a poco, empiezo a preocuparme, ya que mañana queremos volar hacia Terceira.
Para la cena tenemos calabacín gigante con pasta y para celebrar el día (aniversario de boda) una botella de vino.
Después de divertidos juegos de cartas, hoy también caemos cansados en la cama.
Hasta ahora, el clima ha sido bastante variable, pero se supone que es típico del clima de Azores (lluvia, nubes, sol).
Estamos ansiosos por ver cómo será mañana y cuándo finalmente recibiremos nuestro resultado.
De todos modos, la Quinta Velha ha sido el lugar perfecto para nosotros para 'aguantar' la cuarentena y aquí Covid-19 ha tenido un efecto positivo: ¡sin las dos noches obligatorias en la isla, debido al test de Covid, nunca hubiéramos conocido este pequeño paraíso de Marion y Dieter!