Foilsithe: 21.03.2023
Llegamos a Singapur alrededor del mediodía. Justo después de desembarcar, pasamos por el control de pasaportes y nos dirigimos a la siguiente estación de metro más grande para comprar un pase de 3 días.
Equipados con el pase, primero fuimos al Merlion, un león marino, mitad león, mitad pez. Después tomamos el primer autobús que encontramos hacia el barrio árabe, que colinda con Chinatown.
Luego teníamos una cita con Salbiah, una excompañera de E+H de María, que vive y trabaja en Singapur. Con ella comenzamos a recorrer dos o tres centros comerciales. Singapur da la impresión de ser una única gran tienda. Hay un montón de fuentes, playas interiores con gondoleros que llevan a los pasajeros, una superficie que originalmente era una pista de patinaje sobre hielo, ahora reemplazada por una especie de pantalla gigante que reacciona a los pasos, y tiendas que han decorado sus fachadas con flores reales, y mucho más...
Después fuimos a ver Chinatown otra vez y luego comimos indonesio con Salbiah. Tras despedirnos, fuimos a los Jardines de la Bahía, ya sea en metro o caminando. Allí hay tanto árboles gigantes reales como artificiales. Por la noche hay un espectáculo de luces. Primero lo vimos desde abajo y luego subimos a un bar en la azotea del edificio Marina Bay Sands, en el 47º piso, y admiramos el espectáculo desde arriba. El Marina Bay Sands tiene tres torres sobre las cuales hay una especie de barco. Dentro del edificio hay un gran hotel, tiendas y también apartamentos privados.
Finalmente, regresamos en metro. Durante el trayecto encontramos a algunos miembros de la tripulación que también estaban saliendo después de su jornada.