weit-weit-weg
weit-weit-weg
vakantio.de/weit-weit-weg

podría mojarnos un poco

Foilsithe: 08.01.2024

Después de la sesión de surf, regresamos al interior del país. Subimos por el río Buller hasta Murchison. Solo paramos brevemente para mirar y orinar, pagamos 12 NZD de entrada por un puente colgante y continuamos hacia el camping. Allí reservamos una tour de rafting para el día siguiente. Pues mañana, ¡teóricamente!, lloverá todo el día y estamos preocupados de que Maren pase frío y no se divierta en el rafting. El 'día de lluvia' resulta ser un muy agradable día de verano y hasta saltamos al río frío. Después del desayuno, nos preparamos para la tour y conocemos a nuestro guía y a nuestras dos compañeras de viaje. Maren no puede ocultar su decepción al ver a la mujer con su hija pequeña (quizás de unos 11 años). Las dos no parecen estar en modo aventura. Nos equipan con todo el material. Zapatos, neopreno, sudadera, chaqueta y chaleco salvavidas. Con el furgón, llevamos el bote y a nosotros al inicio de la tour. Después de una sesión de seguridad con un montón de 'Peores Escenarios Posibles', finalmente comenzamos. Durante el primer kilómetro practicamos las órdenes y luego llega la primera rápida. Maren y yo estamos sentados en la parte delantera y estamos completamente empapados de arriba a abajo. Para mí es la primera tour de rafting y estoy un poco nervioso, pero con una expresión de concentración constante y un mantra de 'ay ay ay', logro también divertirme. Sin embargo, los momentos emocionantes no son muy frecuentes y siempre pasan rápidamente. Hacia el final, todos podemos saltar de una roca que tiene unos 5 metros de altura. Maren y yo queremos saltar al mismo tiempo y contamos hasta 3. Sin embargo, dudo y veo a Maren salir a la superficie, llamando '¡Marieeeee!' y ya llevada por la corriente hacia el bote. La niña pequeña no se atreve y así espero hasta que ella y su madre hayan saltado y salto como la última. Lo que nadie nos dijo es que al final tenemos que arrastrar el enorme bote inflable por una larga y empinada colina. Una vez allí, tenemos que esperar, pues nuestra furgoneta está atascada en el barro en otro lugar. Finalmente, nos recogen, pues alrededor de nosotros, las moscas de arena revolotean todo el tiempo y realmente no queremos recibir muchas picaduras. La tour nos divirtió mucho, aunque en nuestra opinión, podría haber sido un poco más salvaje. En lugar de pedir una pizza como estaba planeado, nos compramos un helado y cada uno pide dos bolas diferentes. Sin embargo, aquí las bolas se mezclan de una manera muy loca y así, al final, cada uno termina con una bola de un sabor muy raro. Hacemos una parada en lo que en realidad es una muy bonita cascada. Sin embargo, está increíblemente sucia y no podemos imaginar que de vez en cuando, kayakistas se lanzan desde aquí. Continuamos a través de paisajes impresionantes hacia Christchurch.

Freagra

An Nua-Shéalainn
Tuairiscí taistil An Nua-Shéalainn