Foilsithe: 20.11.2016
¡Finalmente! Después de 4 horas de vuelo desde Fiyi, hemos llegado a nuestro país principal de viaje. La entrada fue completamente sin problemas, incluso la famosa Bio-Security fue totalmente inofensiva. Durante el traslado a la ciudad, nos encontramos con los problemas de tráfico aquí. Auckland está en auge, y el autobús del aeropuerto también se quedó atrapado en un atasco. Pero lo genial fue que el autobús de transferencia tenía un hotspot de internet gratuito. Así que pudimos conectarnos a la red justo después de llegar, ¡muy práctico!
Nuestra alojamiento en un B&B de 1 habitación resultó ser un verdadero hallazgo. Nuestro anfitrión Wayne, un caballero mayor en edad de jubilación, que además manejaba un autobús durante 3 horas cada mañana ("entonces tenéis el baño para vosotros"), fue increíblemente hospitalario y servicial. Nos recogió del autobús, nos dio muchos consejos sobre Auckland, nos prestó un destornillador eléctrico para nuestras cajas de moto, y organizó el traslado al almacén para recoger las motos, además de ofrecernos constantemente: café, té y por la noche una copa de vino – todo esto fue natural para él. La ubicación de la encantadora casa antigua en Freemans Bay también fue óptima, a poca distancia de la ciudad o de la zona de ocio de Ponsonsby Rd y K'road. Así que nos sentimos muy cómodos en nuestra habitación, aunque bastante pequeña, en la casa del jardín.
Por eso también decidimos de inmediato que en marzo pasaríamos nuestros últimos días en Nueva Zelanda aquí. Una maleta está aparcada en su garaje.
Los 6 días en Auckland pasaron muy rápido. Tuvimos algunas cosas organizativas que hacer: abrir una cuenta bancaria, conseguir tarjetas de teléfono, ir a la "ADAC Kiwi" AA. Como miembros del ADAC, se obtiene la membresía de AA de forma gratuita.
Por supuesto, también hicimos un poco de turismo. Muy bonito es el área del puerto, donde se puede admirar muchos barcos. Increíble lo que hay allí. El domingo hicimos una pequeña excursión a la isla volcánica Rangitoto. A menos de una hora en ferry desde el puerto, uno está en una isla deshabitada justo frente a Auckland. Solo unos pocos senderos y un baño son la única infraestructura.
Y el lunes tuvimos una cita en el almacén de la empresa de transporte para recoger nuestras motocicletas. De alguna manera estábamos un poco nerviosos…