Foilsithe: 14.01.2020
El lunes dejamos el paraíso y nos dirigimos a un lago y por un camino de grava, hasta que éste terminó. Desde allí caminamos por empinadas serpenteantes a través de bosques y escombros cada vez más arriba de la línea de árboles. La vista del Lago Rotoiti era impresionante y el camino continuaba serpenteando hacia arriba. Pasamos junto a un refugio y seguimos subiendo por una cresta. El viento soplaba cada vez más frío y buscábamos la cima de nuestro objetivo, el Monte Robert. En la guía se mencionaba con un montón de piedras, ¡pero vimos montones de piedras por todas partes! Así que seguimos subiendo en busca del segundo refugio. Cuando encontramos a algunas personas, les pregunté cuánto faltaba para llegar allá. Respondieron que esperaban llegar en aproximadamente 1 km: habíamos pasado por la cima sin darnos cuenta... Así que regresamos y bajamos nuevamente. Aún no podíamos ver la cima, pero seguimos la señalización. 30 minutos después llegamos al Bushline Hut y disfrutamos de nuestro picnic. Desde allí se bajaba empinadamente hacia el lago. Los últimos kilómetros nos llevaron a través de escombros y bosques, en parte volviendo a subir hacia el estacionamiento. Cansados y aliviados, nos dirigimos hacia nuestro destino del día: Blenheim. ¡Los últimos 40 km (!) de viaje estaban rodeados de vides! Instalamos en nuestro apartamento y nos dimos el gusto de cenar fuera. Hoy decidimos ir más tranquilos. Primero exploramos el pueblo y luego fuimos a tres diferentes regiones vinícolas para degustar. Todos los vinos nos gustaron, ¡pero no todos a ese precio! Llevamos a casa dos botellas para la noche y las bebimos durante la cena...