Foilsithe: 26.04.2022
Los últimos días en Fez fueron nuevamente plenos de momentos hermosos, encantadores y surrealistas. El Ramadán y la vida en una familia marroquí aportaron experiencias intensas que resonarán durante mucho tiempo.
Unos días más y seguramente también me habría adaptado al ritmo de comidas y sueño invertidos. :-D A la medianoche cocinábamos aperitivos de patata marroquíes y cuando a las 3 de la mañana todos se levantan a tu alrededor para comer antes de la salida del sol, se acaba la tranquilidad nocturna en una casa sin puertas. A las 4 de la mañana sigue el cañonazo con el llamado del muecín, para iniciar el día de ayuno.
Para mí, Marruecos es y seguirá siendo un país mágico. Un país de contrastes, de diversidad. Un país con un idioma fascinante y gente aún más fascinante. Si se aborda Marruecos con apertura y curiosidad, se recibe como regalo experiencias maravillosas.