Foilsithe: 11.04.2024
11.4.2024 Kagoshima
Kagoshima no me hizo una impresión particularmente acogedora. Tampoco las excursiones ofrecidas lograron convencerme. Tenía un plan diferente.
Quería probar en Japón la mejor carne del mundo - la carne de Wagyu. Encontré en Internet el que, según las reseñas, era el mejor restaurante para ello - ¡el 'Gyo do!'.
Después de una caminata de casi dos horas, llegué a mi destino. El 'Gyo do!' es un restaurante discreto escondido en una calle secundaria. Sin los consejos en Internet nunca lo habría encontrado.
Me asignaron un lugar directamente en la barra, detrás de la cual trabajaba el carnicero. Delante de mí había una parrilla de gas, sobre la cual había un extractor de humo y una luz. Me dieron una tableta con la que debía hacer mi pedido - ¡todo en japonés! Con la aplicación de traducción de mi smartphone pude manejarme y pedí una bandeja de bambú con diez diferentes tipos de carne de Satsuma-Wagyu.
La carne era, sin duda, la mejor que he probado en mi vida. Suave como la mantequilla (solo el trozo de lengua tenía la firmeza habitual) y lleno de sabor. Me esforcé por asegurarme de que cada pieza de carne no recibiera más calor del necesario. Incluso sin guarniciones (solo había sal, wasabi y salsa de soja) quedé satisfecho y muy contento después de las diez piezas.
Al levantarme para ir a la caja, una pareja japonesa que estaba en la mesa vecina me preguntó si pertenecía al barco y dijeron que ellos mismos eran pasajeros. Querían saber cómo había llegado a este restaurante. Parece ser un consejo secreto para los locales.
Después, caminé por el centro de la ciudad, crucé el área del barrio rojo que a esa hora estaba casi desierta y regresé al barco caminando después de otras dos horas.
En el programa de la noche, el mago Peng Fei Su tenía algunos trucos y bromas preparados para nosotros.
Más tarde, aún me sentía con energía para ver una película llamada 'Big Man Japan'. ¡Gran error! Nunca he visto una película más tonta y sin sentido. Solo la esperanza de que la supuesta sabiduría japonesa pudiera darle sentido y significado a la película me impidió huir. Pero la película mantuvo su increíble estupidez hasta el final. ¡Pérdida de tiempo!