Foilsithe: 25.12.2018
Ayer fue el último día en Mui Ne, simplemente disfruté de la pereza y después del desayuno volví a la playa. Nadé ... el agua estaba tan caliente como una bañera ... Disfruté de unas cervezas frías y cafés junto con deliciosas galletas de azúcar en polvo ... muy ricas 😋😋😋 .... Continué leyendo el libro de Pia, que se ocupa de la pregunta filosófica "¿Usted mataría al hombre gordo?" ... agotador a 32 grados 😨, pero muy interesante 🤓 ... y para colmo, terminé con una quemadura de sol en mi abdomen con marcado de tabla. Lo cual no ocurrió por descuido, sino por fuerza mayor.
Para entender esta situación, hay que saber que solo hay un acceso público a la playa que yo conozco. Los otros accesos son solo a través de entradas de hoteles. Sin embargo, como hay estrictos guardias en esas entradas, solo tienes esa oportunidad de acceso.
En resumen: cuando quise abandonar la playa por la tarde, el acceso público ya no estaba disponible, porque justo allí una excavadora había construido un nuevo trozo de playa. Se podría decir que fui atrapado en la playa. Estuve viendo a los chicos de la excavadora ... son tan 😄 ... estuve bastante tiempo observando cómo construían la playa y, al final, me quemé la barriga. Pero había algo en esa excavación, aunque en realidad solo se movía arena de un lado a otro.
En algún momento me vi obligado a salir de la playa a través de un hotel. A los guardias no les importó. Parece que solo tienen la orden de controlar en una sola dirección 🤔. Así que valió la pena, en caso de un posible interrogatorio de los guardias, buscar en Google la palabra en inglés para "obra".
En el camino al hostel, quise comer algo rápido. Quería un muslo de pollo. Tardó una eternidad en llegar la comida. Más que una eternidad. Lamentablemente, lo que recibí no fue un muslo, sino solo patas. Realmente eran solo las patas... ¡las garras! ¿Se dice así? Y no exagero, no había ni un pedacito de carne en esas cosas. Chupé y succioné en dos. Nada. Absolutamente nada. Fue la primera vez en mi vida que dejé toda la comida.
Hoy regresé a Saigón en autobús. Sin saberlo, reservé un muy buen hotel de 4 estrellas ****. Solo presté atención al precio. Fue realmente una gran oferta. No más caro que los alojamientos anteriores. Con piscina en la azotea (14° piso), gimnasio, etc. Como si fuera poco 😄, además, un upgrade de habitación con una vista espectacular de la ciudad ... mañana me tomaré un tiempo para disfrutar de la piscina y el gimnasio y después del desayuno haré un poco de "bienestar" ... L Ä U F T ! ! !