Foilsithe: 14.12.2018
Nuestras primeras vacaciones juntos las pasamos en agosto de 2015 en Djerba.
Fue el primer vuelo de Jannik. En realidad, no quería volar, pero ¿qué no haría uno cuando está recién enamorado? En ese momento, aún no sabía cuántas veces más debería volar en los años siguientes.
Para empezar, nuestras primeras vacaciones fueron unas típicas vacaciones de playa con todo incluido. Ahora, diez días solo de playa, compras y comida nos parecerían probablemente poco espectaculares, pero definitivamente fue el primer viaje perfecto. Para todos los que quieran pasar unos días relajados y románticos, definitivamente recomiendo Djerba.
En agosto, hacía un calor insoportable. Apenas salías de la habitación con aire acondicionado, estabas empapado...
En consecuencia, también se organizó nuestro día. Desayuno, luego chapotear en el mar templado, almorzar y volver a chapotear o ir de compras a la ciudad.
Primero, a la playa:
La playa era maravillosa. Arena hermosa que estaba tan caliente que te alegrabas de no tener ampollas en los pies, y un mar azul y claro. Un día tuvimos 48°C. Como estuvimos poco después del atentado de 2015 en Djerba, en la playa no solo había dromedarios y comerciantes, sino también soldados armados en buggies de playa y quads. A mí personalmente no me molestó. La única vez que encontré todo un poco extraño fue cuando Jannik regresaba de correr y me contó que dos hombres armados de civil lo habían abordado. Él no los entendió y simplemente siguió corriendo. No pasó nada y hasta hoy no sabemos cuál era la intención de los dos, pero de alguna manera eso se me quedó grabado.
Nuestro hotel estaba justo en la playa. Podíamos cenar mirando al mar y disfrutar de la realmente impresionante vista del cielo estrellado. ¡Nunca olvidaré ese cielo!
Fuera de los hoteles, Djerba no era especialmente bonita. Por todas partes había bolsas de plástico azules. Algunos empleados del hotel nos contaron que la gestión de residuos era problemática allí. Una pena, realmente.
Excursiones:
Mi gran momento personal fue montar a caballo en la playa. A veces en un dromedario, a veces en un caballo. Para alguien que inicialmente se negó a subirse al caballo (se había caído de uno cuando era niño), Jannik se las arregló bastante bien. A diferencia de los otros hombres de nuestro grupo, él tenía un poco control sobre el caballo. 🐎
Por otro lado, pasamos varias horas en la ciudad o en el mercado. Muy interesante, pero también muy cansado. Cualquiera que haya estado en Turquía sabe lo agresivos y insistentes que pueden ser los comerciantes. Dado que había menos turistas en Djerba después del atentado, la barrera de los comerciantes estaba aún más baja de lo que estaba acostumbrado.
Sin embargo, uno debe estar preparado para esto. ¡No se dejen estafar! Por suerte, mi novio es un experto para negociar, a diferencia de mí, que probablemente compraría cualquier tontería.
Conclusión: Si desean unas vacaciones relajadas en la playa, Djerba es un destino perfecto y asequible que no está demasiado lejos.