Foilsithe: 09.08.2022
¡Riviera Vibes tenía hoy a los innecesariamente presentes, que le erizaban los pelos del cuello!
Esta costa no es definitivamente el territorio de caza natural del noble corcel durante la temporada de vacaciones, ya que el siempre presente y temido punto de mira policial lo percebia Berta y el indeseable Gaijin hoy como el extraño y abrumador, pero infinito mal aliento del fétido BOSAMO.
Sí, no solo se huele, ese aliento sulfurosos y con aroma a huevos en escabeche, no, también a menudo provoca que el indigno viajero, tras una miserable despertada, se sumerja de nuevo en una tranquilizadora narcosis de martillo de madera y le quede todo negro ante los ojos.
Esto lleva a menudo a un difícil ciclo vicioso de romper, ya que para poder pulir esos dientes amarillos cubiertos de sarro, el por desgracia maloliente debería estar despierto, lo cual no puede suceder, pues su propio aliento lo desplaza de nuevo a la inconsciencia.
La apnea del sueño es aquí la única solución, pues solo así logra el indigno viajero, si es rápido (¡el lento Beidl y rápido es un oxímoron!) y puede mantener la respiración un poco más, llegar al baño, para sumergirse en un enjuague bucal y así romper el Circulus vitiosus.
Un poco desviado el escritor...
¡Regresando a la costa!
Todo aquí construido y, por supuesto, con mucho movimiento, eso era lo que en realidad se quería escribir...
Así que quien quiera colgar su entrenado, firme y bronceado trasero en el agua, puede hacerlo, sin embargo, quien quiera mover su flácido y colgante glúteo de motocicleta durante la temporada de vacaciones, no hay nada que hacer y así el Gaijin establece hoy la absolutamente válida regla 4K:
Kieberer a raudales, a fetta Kistnzualauf, koane Kurven vord Augn, ¡eso no te servirá de nada!
Esta regla debe tenerse en cuenta y será respetada en Grecia!
Ah sí, el indigno viajero espera que las ratas de agua entre sus extremadamente inteligentes, aterciopeladas y hermosísimos lectores tengan hoy finalmente suficiente agua en las imagenes y puedan dormir satisfechas y con babas.
P.D.: A quien comience a babear por mis errores, ¡no lo trataré con guantes de seda!