Foilsithe: 14.08.2019
...hoy he vivido muchas cosas. Comenzó con mi super propuesta de ruta. En el camino hacia arriba, probamos nuestro coche fuera de las carreteras normales y recorrimos algunas pistas de grava con buenos cráteres... ¡no era para mí, no soy el mejor como copiloto (como es bien sabido)... ¡esto debía hacerlo yo mismo! Pero Örni lo manejó muy bien!
Después, una pausa para un café. Continuamos... me pasé horas mirando por la ventana al bosque buscando alces... ¡tantos...! casi no se puede ver el bosque por la cantidad de alces...! Además de que me mareo al ver los árboles pasar a unos 90 km/h, mi estudio sobre la naturaleza no dio frutos... ¡ningún alce!
Llegamos a un camping donde en pleno verano seguramente hay un estado de excepción, justo al lado del agua con toboganes y todo, ¡una cosa enorme! Pero ahora es temporada baja y solo ocupamos dos campos de fútbol, no hay nada... ¡genial! Menos genial es que en las tiendas del camping también hay una liquidación y el suministro de cerveza probablemente ha sido consumido por los rockeros de ocio del Club Yamaha de Suecia... ¡vaya... qué hacer?!
Jörni se ofrece a hacer el camino de veinte minutos hasta el supermercado y se pone en marcha con su mochila. Y eso... eso... fue su fatal error. Porque luego sucedió...
Mientras estoy sentado en nuestro pequeño lugar, leyendo tranquilamente un folleto, escucho a niños gritar a poca distancia... me pregunto qué estarán haciendo... y qué es ese ruido tan fuerte... y entonces lo veo con mis propios ojos a unos 30 metros de distancia: ¡cazo un alce que desaparece detrás de unos árboles de inmediato fuera de mi campo de visión! El ruido aumenta exponencialmente, pienso que no puede ser que pase por detrás de la caravana al lado nuestro... ¡pero sí... y no solo uno...! Apenas puedo creerlo, en ese instante una vaca alce con sus dos crías pasa a gran velocidad a unos 2 m de mí y muy cerca de nuestro coche... ¡No tengo tiempo para reaccionar antes de entender lo que está sucediendo! ¡El perro mira tan aturdido como yo! Ok, quería ver alces, pero no así lo había planeado... ¡Madre mía, el pulso me subió rápidamente, me asusté! Y nadie allí, Jörni estaba comprando cerveza... no podía creerlo. Me habría gustado compartirlo con Jörni, ¡él también se habría sorprendido... pero alguien tenía que comprar la cerveza...! Temo que a partir de ahora eso me tocará a mí...!
Podía imaginar que vería uno más en el bosque, pero que de repente una manada entera pasara por el lugar, eso realmente no lo esperaba... ¡fue emocionante!
Hoy volví a lavarme, leer y llenar el blog de viaje. Mañana seguimos hacia la frontera finlandesa!