Foilsithe: 03.09.2022
Esta mañana, por primera vez en este recorrido, estaba nublado y fresco. Así que decidimos ponernos una chaqueta más y, en la primera pausa para el desayuno, otra más...
Primero volvemos a la ruta planificada a lo largo del Oise, nuevamente sobre un terraplén ferroviario para el almuerzo. Después del almuerzo, la imagen cambia: la Eurovelo 3 discurre a lo largo del 'canal de la Sambre a la Oise', y durante casi 40 km, la imagen no cambia: el canal no tiene tráfico (¿hay en Francia una prohibición de navegación los sábados para barcos, una especie de 'prohibición de navegación de sábados'?), se mantiene casi siempre recto; el carril bici va a veces a la izquierda, a veces a la derecha; cada cambio se celebra.
En algún momento llegamos a Tergnier, el cual habíamos identificado como un pueblo más grande con la esperanza de conseguir alojamiento, camping, o similar. Pero todo resultó ser diferente: Mientras buscábamos un café en Tergnier (y no encontramos ninguno), nos asentamos en la plaza frente al ayuntamiento y una iglesia y usamos todos los canales de internet: ¿dónde dormir? ¿Dónde podemos celebrar la misa mañana? Las discusiones iban y venían. Finalmente, resultó que la comunidad frente a cuya iglesia estábamos sentados celebraba la misa de la víspera poco después; asistimos y allí fuimos abordados por el diácono Piere France, preguntándonos si éramos peregrinos (sí) y si ya teníamos lugar para pasar la noche (¡no!!!), él se ofreció y nos propuso el hogar parroquial, donde hay un espacio para peregrinos.
Dicho y hecho; personas como Piere son ángeles!