Foilsithe: 28.12.2018
Como ya temía, el retiro de yoga en medio de la jungla era demasiado espiritual para mi gusto. Al llegar allí, también me sentía incómodo y éramos prácticamente los únicos huéspedes, lo que hacía que el ambiente fuera aún más sombrío. El dueño del retiro, que al mismo tiempo era profesor de yoga y cocinero, se llama Sascha y ha emigrado de Rusia a Tailandia hace unos meses. Era muy amable, sin embargo, no estábamos en la misma sintonía en absoluto.
La primera clase de yoga el lunes fue una experiencia bastante extraña, pero también divertida. Desde el principio, Sascha dejó claro que este tipo de yoga no se trata de flexibilidad y fuerza, sino más bien de convertirse en uno con la conciencia. El yoga tradicional que practica Sascha proviene en realidad de India y apenas se puede comparar con el yoga moderno occidental, como lo conocen la mayoría de nosotros. Las prácticas eran, por lo tanto, espirituales e incluían, entre otras cosas, el canto de mantras. Después de cada ejercicio, él decía (en su extraño inglés): Just observe, what’s happen with you and what’s happen with your body? Just observe... Lo único que sentía en mi cuerpo era la contención de la risa.
Para el desayuno solo había frutas y smoothies de espinacas, así que con el tiempo me volví un poco