Foilsithe: 02.11.2019
Durante una semana viajamos al norte profundo. Aceptamos el frío esperado y las pocas horas de luz del día, con la esperanza de poder observar auroras boreales. Nuestro destino es Tromsø en Noruega.
Volamos desde Frankfurt con Lufthansa primero a Oslo. De las 2 horas planeadas para hacer la conexión, tras el retraso de nuestro vuelo solo quedan 55 minutos. ¡Es un tiempo justo! En el camino a la puerta nos enteramos de que nuestro equipaje debe ser registrado nuevamente en Oslo. El trayecto a través de la cinta de equipaje, el CheckIn y el control de seguridad es largo. Luego, la buena noticia: ¡nuestro vuelo a Tromsø también tiene retraso! Sin embargo, el tiempo extra se evapora rápidamente debido a un cambio repentino en la puerta de embarque. Totalmente exhaustos pero felices, nos sentamos en el avión de Scandinavian Airlines y llegamos a Tromsø bajo una intensa nevada y en la oscura noche polar.
Un autobús del aeropuerto nos lleva al ‘Clarion Hotel the Edge’ justo en el puerto. Después de una cerveza por 9€ y la que probablemente es la hamburguesa más cara de nuestros viajes, caemos cansados en las camas.