Foilsithe: 11.07.2024
Después de los últimos 2 días estresantes, finalmente comienza. Ya lo conocen - empacar las maletas, pesarlas y desempacarlas de nuevo, porque se ha alcanzado casi el peso máximo permitido, disculpen este desliz. Los días previos al vuelo, siempre hay cierta tensión en el aire entre Schaahatz y yo. Se dice que hago cosas innecesarias como ordenar y limpiar, mientras que Schaahatz, a mis ojos, solo se la pasa mirando su teléfono sin sentido. Pero esto ha sido así durante casi 25 años y no importa a qué vacaciones partimos (ya sea acampando a la vuelta de la esquina o viajando hasta el fin del mundo). Este vez, además, hemos puesto nuestro coche en venta y qué puedo decir, durante meses no le interesó a nadie la caja, pero precisamente 2 días antes del vuelo, alguien se interesa en venir a verlo. Así que a limpiar el coche y también necesita el TÜV. Perfecto.
Pero ahora todo está listo, celebramos el 99° cumpleaños de la abuela, entregamos el regalo de Leon (una vez más, ¡felicidades querido Leon y todo lo mejor por tu 25° cumpleaños!) todas las maletas están empacadas, todo está ordenado, todo organizado, ahora sí podemos irnos.
Primera etapa: con Air France de Hannover a París, planificado para una hora y media a las 13:55 - en realidad a las 14:40. ¿Cómo podría ser de otra manera? Por ahora lo tomamos con calma, ya que originalmente teníamos 2 horas y 40 minutos para hacer escala en París - bueno, ahora son 2 horas, pero eso debería ser suficiente incluso para Charles-de-Gaulle (que es uno de los aeropuertos internacionales más grandes de Europa, en París).
Pero también en París tenemos 30 minutos de retraso, así que podemos disfrutar por completo del viaje en autobús de 9 minutos desde nuestro vuelo de Hannover hasta la terminal y la caminata de 10 minutos a través del futurista aeropuerto
hasta la puerta de embarque.
Nos esperan 11 horas.
Schaahatz y yo, como siempre, hemos optado por el total riesgo al reservar nuestros asientos y hemos vuelto a elegir un asiento junto a la ventana y un pasillo, con la esperanza de que el asiento en el medio permanezca libre. Hasta ahora nunca ha funcionado - siempre hemos tenido a un tonto entre nosotros. Pero a veces ocurren signos y milagros -